Título original: Night Teeth
Año: 2021
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Adam Randall
Guion: Brent Dillon
Reparto: Jorge Lendeborg Jr., Debby Ryan, Lucy Fry, Raúl Castillo, Alexander Ludwig, Alfie Allen, Sydney Sweeney, Megan Fox, Marlene Forte
Últimamente Netflix estrena una película de género casi cada semana, ya sea producción propia o solo distribución y aunque la mayoría son, siendo generosos, bastante flojas nos han ofrecido muy buenas películas como la trilogía de la Calle del Terror o El Viaje y otros que no estaban nada mal como Hay alguien en tu casa así que cada título lo veo con celeridad con la esperanza de encontrar una nueva joya. Esta semana toca el turno a esta Fauces en la noche de temática vampírica y dirigida por Adam Randall, cuya anterior película Te veo me gusto bastante.
La película se sitúa en un mundo en el que los vampiros viven infiltrados entre la población de Los Angeles y gracias a un acuerdo solo se alimentan de voluntarios y tienen vetada la entrada a uno de sus barrios. Un chico sustituye una noche a su hermano como chofer, con tan mala suerte que sus clientas resultan ser dos chicas a las que tendrá que llevar a diferentes puntos de la ciudad para lleven a cabo un plan que causara violencia y sangre.
Estamos ante una película de las que llamo "modernitas", es decir que tiene estética de videoclip, fotografía muy colorida, algunos planos a cámara lenta, otros acelerados, neones y luces, muchas canciones, algo que de tan reiterativo ya cansa, primer punto en contra de la película. La trama esta muy manida en diferentes géneros pero se lleva al mundo de los vampiros con diferentes clanes controlando zonas, traiciones, unos buscando a otros pero no tiene ninguna sorpresa ni giro. De momento nada destacable, pero si le sumamos diálogos absurdos, el intento ridículo de meter algo de erotismo entre las protagonistas y la bochornosa subrama romántica metida con calzador el resultado es el absoluto desastre que ni las escasísimas escenas de acción y sangre consiguen salvar. El disparatado final y ese epilogo son la guinda del pastelazo.
En definitiva huid como un vampiro de un crucifijo