Seguimos con el repaso al Festival de Sitges, que son días duros de maratones de películas , photocalls y ruedas de prensa, pero que después da contenidos para el blog durante un par de meses. Hoy le toca el turno a una de las películas que más me gusto, uno de los pocos títulos de terror de la sección oficial y sin duda la que más me sorprendió.
Valeria, quien siempre había querido ser madre, pero al quedar embarazada comienza a sentir que algo no va bien. Al mismo tiempo comienza a tener visiones y a sentir que una figura esqueletal la asecha con el propósito de lastimarla y atentar contra su embarazo.
Rápidamente nos metemos en la piel de la protagonista gracias a la excelente interpretación de Natalia Solián como Valeria, apoyada por los efectos visuales y la habilidad de la directora Michelle Garza Cervera en crear una atmósfera inquietante. Los efectos de sonido crean un enlace cohesivo entre la actuación y los visuales para crear ese sentido de suspenso que le juega muy a favor.
La película también hace un gran trabajo de explorar los efectos psicológicos de la maternidad a través de la protagonista, mientras la vemos luchar con el conflicto de convertirse en madre y los cambios que esto comienza a traer a su vida. Aparte de esto, el guion de Michelle Garza Cervera y Abia Castillo exploran temas sobre el feminismo y las expectativas sociales que tienden a caer sobre las mujeres.
Tiene escenas verdaderamente terroríficas, las creaciones de folklore me han gustado mucho, tiene unas excelentes actuaciones y una gran dirección que consigue crear una atmosfera inquietante.