The Offering es una buena muestra de terror al que yo llamo Fast Food, un film realizado a base de set pieces para llevarnos hasta el susto fácil y previsible que no se preocupa lo más mínimo en tener una historia medianamente trabajada y coherente, con unos actores poco creíbles que despiertan nula empatía y una desidia constante que no va a contentar a los fans del género, más bien es terror de consumo rápido para el que no suele ver terror y quiere meterse en algo simplón que le ofrezca cuatro momentos donde saltar de la butaca y poco más.
La cosa es que el cadáver, como hemos visto en su buena introducción, de lo poco rescatable de esta película, guarda un antiguo mal que, evidentemente, el tipo tarda cero coma en liberar de manera accidental. El escenario de la funeraria que tan buenos resultados ha dado en recientes films como La Autopsia de Jane Doe o Vigil, aquí no acaba de funcionar ya que está totalmente desaprovechado, no hay intención alguna de crear una atmósfera malsana que ayude, tan solo en abusar de los junpscares en escenas entrelazadas sin mucho sentido que nos lleva a ello.
Ni siquiera la parte dramática funciona, ese regreso a casa obligado por las deudas del marido, un personaje bastante insípido y funcional, no acaba aportando nada a la trama. Y el personaje de la esposa no se queda muy atrás, tan solo parece puesto allí para ser la víctima ideal, ya que no hay desarrollo alguno. El único personaje que me transmite algo es el padre, de lo poco que se salva.
Con todo esto, queda claro que The Offering me ha parecido un film de terror aburrido y sin alma, sin la más mínimo atisbo de querer desarrollar una trama consistente o una atmósfera que te atrape, sin unos personajes que merezcan la pena o con los que implicarte un poco. The Offering nos muestra la cara del terror más acomodado que se cree que con cuatro sustos y cuatro efectos especiales de un demonio ya lo tiene todo hecho.
La película se sitúa en la comunidad judía, donde el hijo de una funeraria jasídica regresa a casa junto a su esposa embarazada para reconciliarse con su padre después de años. Al poco de llegar, aparece un cadáver, y ni corto ni perezoso, se pone a ayudar al padre como si fuera ayer cuando se dedicaba a preparar a los fallecidos. Un cuerpo además que aparece apuñalado y sin autopsia ni policía de por medio ni nada, vamos, lo más normal.