La primera reseña del año es para A24, que en este año se pasara más veces por aquí ya que es la productora de alguno de los títulos que espero con más ganas.
Los directores Scott Beck y Bryan Woods, tras el fiasco de 65, el film futurista con dinosaurios con Adam Driver, regresan esta vez al terror más minimalista con unos estupendos resultados.
Heretic nos presenta a dos jovencitas ingenuas y mormonas cuya misión es ir casa por casa intentando convencer a la gente que se apunte a su religión. Hasta que llegan a la casa del Sr. Reed en plena tormenta. Parece un tipo amable que quiere saber más sobre la religión, pero en realidad, lo que tiene preparado para ellas, pondrá en jaque todas sus creencias y convicciones.
Si algo se ha alabado de Heretic es la inmensa interpretación de Hugh Grant, el rey de las comedias románticas de los 90 ha sabido en los últimos tiempos adaptarse a nuevos roles y culminar este trayecto con este personaje tan perturbador y perverso pero con pinta de señor afable y encantador que es todo un acierto y que el actor borda. Pero no hay que dejar de lado las dos jóvenes protagonistas, Chloe East y Sophie Thatcher, que no se quedan atrás.
Heretic te atrapa desde el momento en que las dos protagonistas entran en esa casa y el personaje de Hugh Grant empieza a hablar y a crear poco a poco una sensación de tensión y de incomodidad que no para de crecer. Esta parte del film hasta llegar a su tramo final es oro puro, cuando empieza a diseccionar las diferentes religiones y se enzarza en debates sobre la fe y las creencias que son una buena bofetada y toda una revelación de lo que ocultan las religiones en general.
Cerrar la película de una manera convincente y a la altura de lo que se estaba viendo hasta el momento me parecía algo de lo más complicado, y es verdad que en su tramo final baja un poco el nivel con alguna que otra decisión un tanto pillada por los pelos y se vuelve mucho más convencional, pero lo disfrutado hasta el momento compensa con creces.